
Me sorprende escuchar los mismos errores al hablar: "haiga", "destornudar", "estábamos", "fuibanos", "cogite", pero no en el salón de clases, sino en la salita de la facultad o en las reuniones de maestros. Siempre he dicho y repetido en el salón de clases que el diccionario no debe faltar en el área de estudio y tengo de todas clases. Lo consulto siempre que tengo duda e incluso le pregunto a mis estudiantes aun sabiendo las contestaciones para dar el ejemplo de que no hay pregunta tonta, si no la que no se hace. De esta misma manera los maestros no debemos bajar la guardia, menos ahora que usamos el facebook, el email y MSN para comunicarnos con ellos y nos tentamos con las abreviaturas incorrectas y descuidamos nuestro idioma. Amigos hay que dar el ejemplo, en más de una ocasión he escuchado a los estudiantes burlarse de los maestros porque no saben escribir o expresarse... ¡que fuerte!