En el mes de junio del 14 al 19, un grupo de maestras del Cole nos fuimos para Orlando, Florida a tomar unas charlas y conferencias en la Convención Nacional de Assessment. Se sumaron al crecimiento profesional nuevas experiencias y en el plano personal compartimos de una manera diferente. Además de aprender nos divertimos de muchas formas y compartir con las compañeras en otras circunstancias abonó a la amistad existente.
En los ratos que no tuvimos compromisos en las conferencias nos fuimos a conocer la ciudad y aunque contábamos con boletos gratis para usar la transportación pública (trolleys), las compañeras insistían en usar las piernas amparándose en la promesa de que era "walking distance". Bueno...yo le llamo de otra manera. Resistí dos días, pero me gustan los medios de transportación e insistía en usar lo que tuviera ruedas. Por cierto dimos un paseo en bicicleta que estuvo fenomenal y emocionante pues de repente nuestros choferes se fueron en contra del tránsito y por medio de la avenida. Otra de las experiencias que no voy a olvidar fue la cara de Yadira y de Kalian cuando visitamos Magic Kingdom. ¡Wao!, valían un millón de dólares cada una de sus expresiones al ver la parada de la tarde, con todos los personajes de Disney y con cada princesa de los cuentos que ellas suelen contarle a sus estudiantes en el salón de clases. Carmín y Melinda tenían un compromiso con ellas mismas en el que no flaquearon, siguieron la dieta al pie de la letra, mi admiración para ellas. Annie y Wilma muy sutilmente usaban cada estrategia para no subirse a las máquinas que las iban a jamaquear un poco. Aunque no por mucho, pues la presión de grupo era increíble. Insistíamos tanto en que se subieran que en más de una ocasión se persignaron e hicieron la fila casi a regañadientes, con los ojos aguados y hasta en un silencio poco usual en ellas. Maria, pesco un resfriado y apenas hablaba pero no se quejó ni un momento y eso que cogió tremendo aguacero en el parque. En el viaje en avión conocimos otras facetas de las compañeras que tienen fobia a volar. La próxima vez una pastillita y a dormir para controlar los nervios.
En los ratos que no tuvimos compromisos en las conferencias nos fuimos a conocer la ciudad y aunque contábamos con boletos gratis para usar la transportación pública (trolleys), las compañeras insistían en usar las piernas amparándose en la promesa de que era "walking distance". Bueno...yo le llamo de otra manera. Resistí dos días, pero me gustan los medios de transportación e insistía en usar lo que tuviera ruedas. Por cierto dimos un paseo en bicicleta que estuvo fenomenal y emocionante pues de repente nuestros choferes se fueron en contra del tránsito y por medio de la avenida. Otra de las experiencias que no voy a olvidar fue la cara de Yadira y de Kalian cuando visitamos Magic Kingdom. ¡Wao!, valían un millón de dólares cada una de sus expresiones al ver la parada de la tarde, con todos los personajes de Disney y con cada princesa de los cuentos que ellas suelen contarle a sus estudiantes en el salón de clases. Carmín y Melinda tenían un compromiso con ellas mismas en el que no flaquearon, siguieron la dieta al pie de la letra, mi admiración para ellas. Annie y Wilma muy sutilmente usaban cada estrategia para no subirse a las máquinas que las iban a jamaquear un poco. Aunque no por mucho, pues la presión de grupo era increíble. Insistíamos tanto en que se subieran que en más de una ocasión se persignaron e hicieron la fila casi a regañadientes, con los ojos aguados y hasta en un silencio poco usual en ellas. Maria, pesco un resfriado y apenas hablaba pero no se quejó ni un momento y eso que cogió tremendo aguacero en el parque. En el viaje en avión conocimos otras facetas de las compañeras que tienen fobia a volar. La próxima vez una pastillita y a dormir para controlar los nervios.
En resumidas cuentas, que bien la pasamos. Crecimos profesionalmente, pero la parte personal fue la que más se benefició con el viaje.