Salimos de Yabucoa desde las 12:00 del mediodía el jueves, 7 de febrero y no paramos hasta llegar a Mayagüez. Por el camino los chicos iban cantando y hablando, la emoción sobrecogía la guagua. Los integrantes de la clase graduanda de 9no grado, Jerexius, trabajaron en sus blogs desde agosto 2007 y llegó el momento de presentar cuanto habían avanzado con el proyecto. Haciendo una reflexión de los objetivos de LECEB, me quedé corta al estimar las ganancias. Además de mejorar lectura, escritura y destrezas de tecnología, ganaron confianza en si mismos, empatía por el trabajo de los demás y estrecharon sus lazos afectivos. Quiere decir que además de lo académico en el área social hubo un impacto positivo. En esos dos días que convivimos, pude conocerlos un poquito más y me sorprendí con lo que descubrí. Casi todo el tiempo siguieron direcciones. Tomamos un taxi, fuimos a comer, llegamos de vuelta al hotel y nos reunimos en mi cuarto para reflexionar sobre los aprendizajes, todo iba muy bien. Carmín, se llevo a las chicas al cuarto, que dicho sea de paso se portaron súper bien yo me quedé con los chicos. Dialogamos un rato antes de irnos a dormir, pero algo ocurrió cuando se apagó la luz. Se revelaron algunos aspectos de la personalidad, que algunos tienen bien guardada. Pero lo que ocurre en Mayagüez, se queda en Mayagüez. ¡Jajajajaja!
Llegó el día tan esperado, la gente a cargo del Congreso nos hicieron sentir especiales desde el principio, reconocieron públicamente los trabajos de los chicos. Dalilah y Alvin José se fueron a la fila del registro y muy candorosamente invitaban a la gente a que vieran nuestra presentación. La Decana de Asuntos Académicos del RUM, la Sra. Mildred Chaparro, se fue a las mesas con los chicos y los entrevistó. Luego me comentó bien sorprendida de los trabajos de los chicos. Hasta una entrevista para un canal de televisión me hicieron. ¡WAO! Cuando presentamos los trabajos la reacción de los presentes no se hizo esperar, recibimos muchas felicitaciones y algunos compañeros maestros y profesores universitarios nos pidieron ayuda para empezar a desarrollar proyectos similares.
Fueron muchas emociones y satisfacciones. Gracias, a Carmín y a María por apoyarnos desde el principio y por confiar. También a los padres que autorizaron a los chicos a participar del proyecto en la Red y me los prestaron por dos días. No puedo olvidar a mis queridas blogfesoras del Colegio que siempre me están dando retroalimentación del trabajo de los nenes y les dejan comentarios en sus artículos. Y por último pero no menos importante a mis queridos estudiantes, que sin ellos, su interés y disposición no se habría llevado a cabo tan magnifica experiencia. Gracias.